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Los grupos electrógenos tienen numerosas aplicaciones en el sector industrial, donde brindan soluciones de energía confiables y de respaldo. 

 

Suministro de energía principal: los grupos electrógenos se usan comúnmente como fuente de energía primaria en instalaciones industriales remotas o fuera de la red donde la conectividad de la red es limitada o no está disponible. Proporcionan un suministro de energía continuo y estable para impulsar maquinaria, equipos y procesos industriales. Industrias como la minería, el petróleo y el gas, la construcción y la agricultura dependen de grupos electrógenos para alimentar sus operaciones en ubicaciones remotas.

 

Energía de respaldo: en industrias donde las interrupciones de energía pueden resultar en pérdidas financieras significativas o riesgos de seguridad, los grupos electrógenos sirven como fuentes de energía de respaldo críticas. Se activan automáticamente durante cortes de energía de los servicios públicos, lo que garantiza el funcionamiento ininterrumpido de equipos, maquinaria y sistemas esenciales. La energía de respaldo es crucial para industrias como la manufactura, los centros de datos, las telecomunicaciones y la atención médica, donde el tiempo de inactividad puede provocar pérdidas de producción u operaciones comprometidas.

 

Reducción de cargas máximas:  muchas instalaciones industriales experimentan períodos de alta demanda de electricidad, conocidos como cargas máximas. Los grupos electrógenos se pueden utilizar para reducir la tensión en la red durante estos períodos pico proporcionando energía adicional. Esta práctica, conocida como reducción de cargas máximas, ayuda a las industrias a gestionar su consumo de energía de manera eficiente y evitar sanciones asociadas con exceder los límites de potencia contratados.

 

Preparación para emergencias:  las industrias suelen tener planes de preparación para emergencias para mitigar los riesgos asociados con desastres naturales, eventos climáticos severos u otras emergencias. Los grupos electrógenos desempeñan un papel vital en estos planes al proporcionar energía confiable durante emergencias, lo que permite que continúen las operaciones críticas. Esto es particularmente importante en industrias como hospitales, aeropuertos, plantas de tratamiento de agua y servicios de emergencia.